noviembre 12, 2010
Creacionistas
Dos de mis compañeros de trabajo no creen en la teoría de la evolución y una tercera no lo tiene claro, nunca le ha parecido importante. Del resto ni idea, no hay nadie más en la oficina en este momento. Uno es musulmán, otro ha vivido media vida en USA y la indecisa también ha vivido sus buenos 14 años en USA.
Debo aprender a no abrir la boca para no ofender a los de mi alrededor.
La Petite en Belgique's Weblog 
barbaravb said,
noviembre 13, 2010 a 9:21 am
El problema no es lo que tú dices, sino que estás rodeada de una gente más rara…
No sé por qué hay que andarse con tanto tiento, si alguien cree en las hadas puedes decir tranquilamente que cree en tonterías, pero si cree en las hadas dentro de una iglesia parece que ya no se puede abrir la boca.
ethon said,
noviembre 14, 2010 a 12:19 pm
Yo no creo en la ley de la gravedad. Por eso floto en el aire y no me caigo si me asomo demasiado a la ventana.
La evolución es lo mismo. No se trata de creer o no en ella. El mundo no se creó hace 6.000 años, y punto. El que lo quiera creer, es libre de hacerlo. Simplemente está en un error del que no quiere salir. Es su problema, no el tuyo.
O Suso said,
noviembre 15, 2010 a 11:41 am
A mi me ocurre lo mismito con el tiempo, no creo en la dimensión lineal del tiempo, y lo resumo en aquello de que el mañana no existe y la gente de mis alrededores me miran mu mal, cuando hago planes y dejo la puerta abierta a que eso nunca suceda…
El tema de esta gente no es que crea o no, es que siguen dogmas que les han metido en la cabeza, y eso te hace tener «la verdad» en tu mano.
Animo, y no dejes de abrir la boca, porque si un ser inteligente, educado y trabajador como eres tu puede hablar sobre cosas tan escentricas como la evolución tal vez, sólo tal vez, estos seres abran sus enmohecidas cabezas.
Un abrazo
L. said,
noviembre 15, 2010 a 1:40 pm
Americanos… no me digas más. Muchas veces, lo que para un europeo no merece ni siquiera ser mencionado -por pura lógica-, para ellos no es siempre tan claro.
Miguel G said,
noviembre 15, 2010 a 3:51 pm
No digas americanos… di estadounidenses; pues estás cayendo en un error. América es más y si no lo ves así, estás igual que ellos.
Fer said,
noviembre 15, 2010 a 8:53 pm
Miguel G., créeme cuando te digo que L. sabe de sobra distinguir entre americanos y estadounidenses (sólo que se le ha ido el santo al cielo, seguro), pero sí, tienes razón cuando remarcas las diferencias.
Ahora, La Petite, que no es cosa tuya. El problema es suyo, por creer en una superchería. No por eso vas a tener que callarte, ¿no?
L. said,
noviembre 17, 2010 a 12:23 pm
Siento si se me ha ido la pinza, Miguel. Normalmente soy perfectamente consciente de la diferencia entre unos y otros, sólo hacía un comentario sin pretensiones sobre la reflexión de la Petite.
En ningún caso pretendo pasar por una listilla y, no te lo tomes a mal, pero tú tampoco deberías juzgarme sin conocerme. Soy Historiadora, especializada en Historia contemporánea y doy clases de Historia de España a extranjeros (estadounidenses en su mayoría), así que evidentemente sé hacer la diferencia y también sé que no hay que generalizar. He conocido americanos majísimos y con una formación académica intachable y he conocido a otros que, con una carrera universitaria, daban por sentado ideas que a mí no se me pasarían por la cabeza. Nada más.
L. said,
noviembre 17, 2010 a 12:24 pm
De nuevo, quería decir «estadounidenses», no «americanos». Culpa mía.