junio 7, 2010

Familia política

Posted in Belgica y los belgas, el Ken, Reflexiones a 3:39 pm por La Petite en Belgique

En Bélgica es típico que, cuando uno de los hijos/as se echa novio/a, enseguida lo/a llevan a casa. Al par de meses de empezar a salir, la pareja está invitada a asistir a cualquier clase de evento, ya sea la boda del abuelo, una excursión familiar o la cena de Nochebuena.

Yo no puedo hablar de lo que se hace en España. Sólo puedo generalizar en base a lo que mis amigos y conocidos y yo misma y mi familia pensamos / hacemos. Yo soy de la opinión de que uno escoge a su pareja, pero no a la familia. Y aunque es verdad, que pueden llegar a crecer grandes amistades y amor eterno, el fin de la pareja no es ése, sino la pareja en sí misma. Cuando yo voy a Vigo a ver a mi madre, claro que me gusta llevarme al Ken y enseñarle todas esas cosas y personas que me han hecho crecer como persona, pero a veces también me gusta ir sola y poder compartir con mi familia, especialmente con mi madre, momentos de intimidad que sólo pueden serlo cuando voy sola. Lo uno no quita lo otro, simplemente hay momentos para cada cosa. Otra cuestión es si hay hijos, que los abuelos tienen todo el derecho del mundo de ver a sus nietos.

Pues esto los belgas no lo entienden, y cuando digo los belgas, me refiero en particular a los padres del Ken. Su hermana estuvo saliendo con un chico menos de seis meses. El chico fue a casa de los padres de ella varias veces. Al poco tiempo rompieron y al parecer la familia ha hecho borrón y cuenta nueva como si ese chico jamás hubiera existido.

Yo al principio solía ir con el Ken siempre que él decidía visitar a sus padres. Pero pronto entendí la dinámica y, aunque sean encantadores, yo con quien estoy es con su hijo, así que me vi con ganas de tener más espacio y poder ser yo misma. No es que no pueda serlo allí, pero en esas situaciones con la familia política es como si a cada uno se nos hubiera dado un rol específico que hay que representar a la perfección. Y eso no es para mí.

Mi máxima es: haz lo que quieras siempre que no hieras a nadie. No es buena cosa complacer al mundo si uno no se complace a sí mismo. Al fin y al cabo, uno convive consigo mismo 24 horas al día y necesita paz interior.

Así que ayer, por éstas y demás razones (estaba agotada y no me apetecía levantarme a las 7, tenía que limpiar la casa e ir al súper, que no teníamos nada para hoy), ayer decidí no ir a la excursión que tenían planeada como regalo del padre. Al final tuve todo el día para mí, y limpié bastante, fui dos veces al súper, llamé a mi madre, llamé a un buen amigo de España y cociné algo para hoy.

A las 10 el Ken volvió y llamó al telefonillo diciéndome que sus padres querían verme pero que no encontraban sitio para aparcar. Al bajar me encontré con una especie de discurso en el que su madre me decía que debía ir más con ellos, y al intentar explicarle que quizás era mejor que los dejara a solas, siendo un acontecimiento familiar, me contestó que yo era parte de la familia. Le dije que sí, pero no exactamente como sus hijos, que yo también tenía mi familia y, aunque me gustara mucho que el Ken viniera, a veces me apetecía estar a solas con ellos. Me ha mirado como si le estuviera hablando en chino.

Más tarde, el Ken se retorcía de risa cuando me contaba que tengo una medio invitación para ir con la novia de su hermano a ver vestidos de novia y para las damas de honor. Se casan el año que viene y parece que tienen un poco de prisa con los preparativos. De poco sirvió que él les intentara explicar que odio ir de compras y que lo mío no son las parejas tradicionales con boda por la iglesia y vestida de blanco. ¿Es que es tan difícil reconocer que no todos somos iguales?

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