agosto 19, 2008

Basura cerrada a cal y canto

Posted in Anecdotas, Belgica y los belgas a 12:26 pm por La Petite en Belgique

Ayer llegaba yo del trabajo con las bolsas de la compra que hice al mediodía, cuando me encontré una nota en la puerta del ascensor. Mientras intentaba coscarme de lo que decía (estaba escrita en Dutch, o séase, holandés), el ascensor se abre, y de él sale mi vecina Margarita, la española que vive en el 5ºD. Es una mujer de unos sesenta y pico años, soltera, enfermera (hay gran demanda de enfermeros en este país, que lo sepáis) y que lleva aquí casi treinta años.

Pues cuando Margarita sale del ascensor le comento lo de la nota, que intentamos leer las dos a ver si sacábamos algo más en claro. Margarita lleva casi treinta años aquí, pero su flamenco es peor que el mío, yo al menos sé los colores y entiendo algunas frases (groene vuilzak significa bolsa de basura verde).

Entre las dos sacamos en claro que a partir de ahora va a estar prohibido sacar las bolsas de basura al balcón porque es antiestético (y yo digo que lo otro es antihigiénico). El problema es que aquí la basura orgánica la recogen una vez a la semana (los lunes) y la reciclada (botellas de plástico, bricks y papel y cartón) una vez cada dos semanas (o sea, un martes de cada dos). Si a eso se le suma que mi estudio mide 35 metros cuadrados (5 se los lleva ya el balcón) pues realmente, no sé dónde voy a meter la basura. ¿En mi cocina de dos por dos y medio? ¿En mi baño de dos por tres? ¿O quizá dentro de mi cama? Los otros apartamentos son ligeramente más grandes, pero no para bailar waltz en ellos. Todos los vecinos disponemos de un «minitrastero» en el sótano. Digo que es mini porque su superficie es de un metro cuadrado. Cuando me mudé me sentí privilegiada por tener bañera (esos largos baños de domingo y tema de conversaciones iniciales con el Ken) y balcón para poder sacar la basura y no volver a ver nunca más en mi vida moscas y gusanos en la cocina o el sótano. Porque será un país frío y todo lo que queráis, pero cuando el sol aprieta, aprieta de verdad. Pero si los que pusieron la nota consideran que lo de la basura una semana dentro de casa no es tan malo, les voy a proponer el llevarla a su casa, oye, es que a mí no me cabe.

Como decía, la basura orgánica se saca los lunes por la tarde (nada de sacarla antes de las seis de la tarde porque eso os convierte en malos malosos y os pueden multar) y la recogen los martes sobre las 8 u 8:30 de la mañana. Las bolsas son de color marrón y llevan el sello de la ciudad impreso. Se compran en el super y su precio es de 1 euro para las de 30 litros y 2 euros para las de 6 (nosotros compramos siempre las de 30 litros por eso de no almacenar basura mucho tiempo). Es una forma de pagar el impuesto de la basura. Y que a nadie se le ocurra bajar la basura en bolsas negras cutres sin sellito, porque se quedarán al lado del portal de por vida y encima te caerá una multa (creo que son 60 leuros).

Las botellas de plástico de bebidas, bricks y latas van en la bolsa azul de 60 litros, que cuesta 10 céntimos. Mucho más barata que la otra, ¿eh? Así es como obligan a reciclar. Esta se saca uno cada dos martes por la tarde (como decía un ex-vecino mío hasta que le enseñé el calendario: es todos los martes, pero a veces no vienen). La bolsa es azul translúcido, con lo que permite ver su interior. Si a alguien se le escapa algo que no deba estar ahí, los recogedores le pondrán una pegatina de aviso y NO se la llevarán. Si la bolsa permanece en la acera varios días también entras en la lista negra y te multan (las bolsas se dejan al lado del portal).

Hay otras verdes pequeñas, 30 litros creo, para fruta y verduras, pero casi nadie las compra porque no compensa. Es difícil llenarlas y nadie quiere tener eso en casa más de una semana.

Y diréis, bueno, pues voy al contenedor cuando a mí me da la gana, y listo. Pues no. Porque no hay. El encontrar una papelera es una tarea hercúlea excepto en algunas zonas, como mi calle, en la que hay papeleras pequeñas cada pocos metros. Y contenedores… Tenía localizados cuatro en toda la ciudad. Uno en una calle que va al cento, otro en las afueras al lado de un hotel, otro el principio de mi calle al lado de un bar y otro al final de mi calle, al lado de otro bar, pero éste suele estar hasta los topes de bolsas.

Y ayer, cuando íbamos a la lavandería (no sé si odio más el asunto de la basura o el de la lavandería) vimos otro en un callejón al lado de lo que parecía una guardería.

Cual no fue mi sorpresa, cuando al acercarme, vi que el contenedor estaba cerrado con un ¡candado! Eso sólo pasa en tu país, le dije al Pequeño. Y por si no me creeis, os dejo la prueba. La basura cerrada a cal y canto. Pa que no la roben ni usen su preciado contenedor.